Tal como cuenta el Dr. Alberto Sarramone en su Historia de Azul, a la bicicleta moderna la inventó el francés Guillmet en 1860, y llegó a Buenos Aires recién en 1886.

Al poco tiempo ya estaría por Azul, y con buen éxito, pues el 17 de Junio de 1899 nació el “ CICLISTA CLUB AZULEÑO “ , cuya primera comisión estaba integrada por Floriano M. Riviere, Silvano Bonnet, Arturo López Claro, Juan Donadío, Héctor Urioste, Remigio Piazza, Manuel Castellar y otros jóvenes de la ciudad.

Hemos rastreado en los diarios azuleños de la época para trazar un breve panorama acerca de cómo fueron los primeros años de este deporte en la ciudad.

Debemos decir que estas actividades se llevaban a cabo en la denominada Plaza de Marte, que estaba ubicada en terrenos que hoy ocupa el Parque Municipal y que, según tenemos entendido, luego pasó a constituir el Velódromo “ General Rivas “.

Así, el Diario “ El Imparcial “ del 13 de agosto de 1901, nos informa que:

“ El domingo se llevó a cabo la carrera en bicicleta entre los ciclistas Riviere y Costa, saliendo triunfante el joven Luis Riviere. A presenciar esta carrera ha concurrido numeroso público “

Pero no solamente había competencias de bicicletas, sino que a veces se realizaban carreras de a pie, o de un corredor contra un ciclista, y no faltaban las apuestas por dinero.

Las ediciones de “ El Imparcial “ de Julio de 1901 traen las siguientes noticias:

“ Ha sido aceptado el reto lanzado por el andarín Porro contra Juan Bassi. La carrera se llevará a cabo de esta forma: los dos correrán de a pie, 80 vueltas a la pista. Correrán por 100 pesos cada parte “ 

“ El domingo pasado la carrera concertada entre el andarín Porro y el ciclista Lorenzo Costa fue ganada por una vuelta por el ciclista Costa...”

“ Hoy correrá el andarín Porro con el peatón Juan Bassi. Darán 30 vueltas a la pista, dando principio a las 2 de la tarde. Habrá ‘sport’  para los aficionados. “

El 31 de Enero de 1902, el periódico nos informa acerca de los progresos realizados en el Velódromo Gral. Rivas por el Ciclista Club Azuleño. Dice el cronista que ha conversado con el Presidente de la institución, Sr. Aquiles Pouyssegur, quien le manifestó que el conocido ganadero y sportman inglés Mr. MAITLAND le había proporcionado un reglamento completo de lawn-tennis, foot-ball, cricket, croket, polo, etc, y que varios socios tenían proyectado un paseo en bicicleta a lo del Sr. Mandagarán, donde almorzarían un buen asado. La caravana saldría del Café de Torras a las 7 y media de la mañana . Firma la nota “ CICLISMAN “

Como vemos, no solamente se proyectaba continuar con la actividad ciclística, sino que se estaban incorporando otras disciplinas como el tenis y el fútbol  para lo cual , dice el diario, “ se han recibido las raquetas, pelotas, redes y demás utensilios “

La participación de los ciudadanos ingleses era extremadamente valorada; y si no, veamos esta párrafo de una de las notas de “ El Imparcial “:

“ Se ha solicitado el valioso concurso de nuestra colonia inglesa, cuyo elemento joven se incorporará con el entusiasmo característico de la raza anglosajona, hacia todas las actividades que practican los saludables ejercicios del sport ...No dudamos que con un impulso de esta raza, el Ciclista Club Azuleño a la vez de llenar “ au gran complet “ su programa, por acción refleja, estimulará poderosamente nuestra juventud para su entrenamiento físico “

Eran épocas en las que comenzaba a darse importancia a los beneficios de todo tipo que brinda la práctica de los deportes, reflejados en la conocida máxima “ MENS SANA IN CORPORE SANO “.

Por ello “ El Imparcial “ del 19 de Febrero de 1902 se lamenta de que nuestra juventud hubiese abandonado casi por completo la educación física. El cronista invitaba a la población a concurrir al Velódromo Gral. Rivas, y concluía su nota con esta exhortación: “ JUVENTUD AZULEÑA, IMITAD A LOS GRIEGOS Y SEREIS FUERTES “

NOTA: Este texto fue difundido en nuestro programa " Pie de Página ", a través de la emisora FM del Pueblo de la ciudad de Azul.

El autor agradece el inestimable apoyo del amigo y gran colaborador en la Hemeroteca, Sr. Mario Labaronnie.

En consonancia con el propósito de divulgación histórica que animara nuestra participación en la radio, se permite la reproducción total o parcial de este artículo, con el solo requisito de la mención de su fuente.