Cuarta y última entrega.
La tormenta más destructiva
Al finalizar la década del ‘70, la República Argentina vivía la etapa más dura del autodenominado “Proceso de Reorganización Nacional”. Sin dudas, el país se hallaba sumido en un vendaval de venganza, revanchas y crímenes que ennegrecían nuestro destino. Como alguien escribió: “Duró la tormenta hasta entrados los años ochenta…”
Azul vivía su propia cotidianeidad como un triste reflejo de lo ocurrido a nivel nacional; quizá la violencia no fue tan desenfrenada, pero el espíritu de todos los azuleños estaba igual de doblegado.
En abril de 1980, tras un período de intensas lluvias, un inesperado aluvión de agua y barro se precipitó sobre Azul. La ciudad casi desapareció bajo las que supieron ser las aguas mansas del Calvú Leovú. Las escuelas, clubes e iglesias se convirtieron en centros de evacuados. El caos fue generalizado en el centro bonaerense y ello motivó la visita del Presidente de la Nación teniente coronel Jorge Videla y del Gobernador Saint Jean.
El agua bajó dejando una estela de necesidades, evidenciando la inoperancia del gobierno comunal y llevándose consigo al Comisionado Carlos Ricardes, quien renunció el 29 de septiembre de 1980.
Fortunato Gómez Romero fue designado Comisionado, asumiendo el 1 de octubre.
La dictadura endureció su postura y la libertad de prensa sufrió graves atropellos, mas todo aquello que se les oponía era, literalmente, “eliminado”. Pero, quizá planeando la “retirada”, la Junta Militar consideró la designación de nuevos gobernadores, eligiendo para las provincias más importantes a civiles que apoyaban al Proceso. Sin embargo, aún faltaba lo peor.
Debido a las críticas que emitió al gobierno de facto, Juan Carlos Onganía fue sancionado, y por su parte, Massera fue arrestado en el Arsenal Naval Azopardo de Azul, como consecuencia de querer publicar la lista de desaparecidos.
El 2 de abril de 1982, durante el gobierno de Leopoldo Galtieri, las Fuerzas Armadas, mediante la operación “Rosario” recuperaron las Islas Malvinas y una inevitable sensación de emoción conmovió al pueblo argentino.
Azul vivió intensamente aquellos días, aportando cuanto podía, cooperando en su medida, viviendo las angustias de la guerra y el sacrificio heroico de nuestros soldados. Lamentablemente, nos faltó saber que la derrota argentina era “fija”. Puerto Argentino fue el escenario final. El tiempo no sabrá jamás curar las heridas de esta guerra, ni habrá consuelo aún en nuestros días.
En 1983 se habilitó la Pista Municipal de Atletismo y se comenzaron las obras de la Pileta Municipal de natación, en el mismo sector del Balneario.
A fines de julio el Ministro de Gobierno Durañona y Vedia, el Gobernador Jorge Aguado y el Comisionado azuleño protagonizaron un absurdo episodio de intercambio de palabras, lo cual devino en la renuncia de éste último. Temporalmente, Rubén Norberto D´Amore quedó al frente de la Comuna, a la espera del nuevo Comisionado, al tiempo que desde el gobierno nacional se determinó la fecha para un nuevo llamado a elecciones: 30 de octubre de 1983.
El Capitán de Navío Carlos G. Cefaratti fue puesto en funciones el 15 de agosto de 1983, dedicándose en su breve mandato a culminar obras menores y a escuchar los extensos discursos de los candidatos. Una nueva luz de esperanza aparecía en el horizonte argentino, una luz llamada “democracia”.
La luz de la Democracia
El radicalismo impulsó –con pocas expectativas– la candidatura de un profesor de educación física que, en 1973, había sido concejal de la ciudad. En la esfera partidaria pocos daban crédito al triunfo de De Paula, pero resultaba la mejor opción ante la que se creía una nueva derrota a manos del peronismo, quien por su parte avaló la candidatura de Mario C. Laurini.
Las urnas que supieron “estar bien guardadas”, dieron su veredicto: Raúl Alfonsín fue electo Presidente de la Nación y Rubén César De Paula resultó elegido Intendente con 13278 votos.
El domingo 11 de diciembre de 1983, De Paula fue puesto en funciones en el Salón del Honorable Concejo Deliberante. Luego del acto el público realizó un gran baile en el veredón del Palacio Municipal celebrando el regreso de la tan ansiada democracia.
Fue tarea inicial del gobierno el ordenamiento de la situación política-económica heredada. No fueron pocas las sorpresas ante la dura realidad. Los Centros asistenciales estaban en caótica situación de mantenimiento y la maquinaria vial en estado crítico, con el 50% de su capacidad operable. Las obras de infraestructura imprescindibles no contaban con cobertura económica-financiera y, además, se detectaron irregularidades administrativas. La tarea por realizar no era sencilla.
Los escasos recursos con los que contaba el Municipio fueron encausados en obras referidas a la cultura, la educación y deportes, con la fe puesta en la juventud y su desarrollo. Prueba de ello fueron la Escuela Municipal de Deportes y la promoción de actividades culturales.
En 1985 se puso en marcha un ambicioso plan de forestación y se habilitó en la antigua Estación del Ferrocarril Provincial, el Jardín Maternal para los barrios San Francisco y Villa Fidelidad (hoy lleva el nombre del extinto De Paula).
El 22 de enero de 1986 De Paula anunció la pavimentación de la avenida Mujica y el comienzo de la construcción del Barrio Empleados de Comercio, demostrando que una gestión austera y organizada comenzaba a dar sus frutos.
A finales de 1986 De Paula aceptó volver a ser candidato para un nuevo período frente a la Comuna, mientras que por su parte el Justicialismo ratificó la candidatura del abogado Juan A. Barberena, quien fuera dirigente de la Juventud Peronista y asesor letrado de la Municipalidad en los ´70.
El primer domingo de septiembre de 1987 De Paula obtuvo su segundo período de gobierno con el aval de 17334 votos, mientras que Barberena, aunque perdedor, se había aproximado mucho con 15166.
La Dirección de Deportes de la Municipalidad a través del Programa Municipal Comunitario (PRO. MU. CO) inició la realización de los Juegos Olímpicos Barriales y se constituyó la Comisión Municipal de Lucha contra la Drogadicción.
La situación económica del país comenzó a desestabilizarse y el Plan Austral se fagocitó las ilusiones del pueblo. Aquí en Azul, Sudamtex, que se hallaba paralizada, suspendió a doscientos obreros. En julio Novotermic cesó provisoriamente sus actividades y la crisis empezó a relamerse sobre el espíritu de la sociedad.
El 3 de diciembre de 1988, efectivos de la Guarnición Ejército Azul partieron hacia Campo de Mayo para colaborar con las tropas leales, en el control de la situación ante la rebelión y el amotinamiento de los Militares “Carapintada” en esa unidad.
En las elecciones del 14 de mayo de 1989, para elegir Presidente y Vice, Diputados Nacionales y Senadores Provinciales, aquí en Azul, al igual que en el país ganó la lista FREJUPO, cuyo candidato presidencial era Carlos S. Menem. En breve, la situación se tornó políticamente insostenible: la hiperinflación y la inseguridad socavaban las esperanzas argentinas. Raúl Alfonsín adelantó el traspaso de mando con la férrea convicción de restablecer así la paz del pueblo.
El 6 de mayo de 1990 el conocido médico cardiólogo, Edgardo Capelli convocó al pueblo azuleño a la plaza San Martín ante la falta de seguridad en la ciudad. El 12 la comunidad respondió de forma contundente y multitudinaria. Todos estaban de acuerdo en que los problemas de inseguridad eran graves, pero la solución no estaba al alcance de la Comuna aunque si del gobierno provincial, que lamentablemente poco hizo.
“Poliya” De Paula y el lacerante final…
En 1991, el sistema democrático estaba lo suficientemente consolidado para la tercera elección municipal en Azul, la cual se realizó el domingo 8 de septiembre. El profesor De Paula, para el justicialismo, se había convertido en un bastión difícil de derrotar, por ello se “apostaron todas las fichas” al dirigente Nicolás Castiglione que contaba con una destacada trayectoria en el Concejo Deliberante.
La noche de la elección se dio a conocer el resultado: De Paula consiguió el mayor respaldo de su historia, 18900 votos, mientras que su opositor obtuvo apenas 12191. El tercer período de gobierno comenzó con algunos sobresaltos. La cuestión productiva fue la cuña que la oposición empezó a manejar en sus discursos, además de argumentar la necesidad de oxigenación de algunas áreas del Ejecutivo. Algunos visualizaban el fin de la era “depaulista”, pero olvidaban que “Poliya” (como le decían cariñosamente), era un verdadero amigo de la gente, un hombre que llevaba adelante una administración de puertas abiertas y que caminaba por las calles como un vecino más, olvidando la carga del “título” de Intendente, para sólo llevar la responsabilidad de ayudar a los azuleños.
El 22 de diciembre de 1993 cundió la noticia de que De Paula había sufrido una descompensación en la Terminal de Ómnibus, tras la cual debió ser internado y luego trasladado a la Capital. El 24, el querido profesor cumplió 61años. Sin embargo, poco tuvo de festivo aquella jornada. Día a día su estado empeoró hasta que, el 11 de enero de 1994, Azul se enlutó para despedir a un verdadero baluarte de la comunidad.
El 18 de enero el Presidente del Concejo Deliberante, el Dr. Héctor José Rodríguez, asumió intendencia de Azul más que por convencimiento propio, por un reverencial gesto hacia su amigo.
El vacío político dejado por De Paula fue enorme. Sin embargo, Rodríguez siguió adelante. De su breve gestión se destacó la creación del T.O.A. con la participación de Tandil, Olavarría y Azul, lográndose importantes desarrollos económicos (años más tarde se convertirá en T.O.A.R., al incorporarse Rauch).
Nuevas elecciones (14 de mayo de 1995) le dieron la victoria al justicialista Juan Atilio Barberena con 16140 votos, no tan lejos de los 15086 que obtuvo Rodríguez.
Barberena se convirtió en el cuarto Intendente Peronista en asumir el cargo y el quinto en ser electo (ya que Pourtalé fue electo el 18-3-62 y no pudo asumir). Así también sucedió que después de mucho tiempo los colores políticos de la Nación, la provincia y la ciudad coincidieron en el justicialismo con Carlos Menem, Eduardo Duhalde y Juan Barberena respectivamente.
El apoyo gubernamental para el nuevo Intendente no se hizo esperar. Las obras efectuadas fueron numerosas y se solucionaron antiguos problemas como las avenidas Mitre y Cacique Catriel. La zona céntrica fue repavimentada y se le dio impulso a obras anheladas en el Parque Municipal y el Balneario. También se instaló la Carrera de Derecho y el Servicio de Cirugía Cardiovascular, lo que centró a Azul nuevamente en la región. Asimismo se implementó un importante plan de subsidios a pequeñas y medianas industrias con la intención de evitar el cierre de las mismas y propiciar también el arribo de nuevas inversiones.
La ciudad cobró un aspecto renovado con pequeñas obras que en otros tiempos resultaban imposibles por los escasos recursos. Sin embargo, el endeudamiento se multiplicó a pasos agigantados y el descreimiento en los gobiernos nacional y provincial condujo al desenlace previsto.
Una vez más la Unión Cívica Radical al poder.
Las elecciones del 24 de octubre de 1999 le dieron el triunfo a la Alianza (UCR-Frepaso), siendo su candidato local el Dr. Omar Arnaldo Duclós, que sumó un apoyo de 19686 votos, mientras que Juan Barberena, por la reelección, obtuvo 17608 sufragios.
El traspaso de mando resultó insólito para lo acostumbrado en democracia. La firma del Acta correspondiente se realizó la mañana del 10 de diciembre, en el Palacio Municipal, pero a puertas cerradas. Y además, el 11 del mismo mes, cuando Duclós juró como flamante Intendente, Barberena no se hizo presente en el acto, resultando de estas situaciones diversos comentarios.
Días después, el electo Gobernador de Buenos Aires, Carlos F. Ruckauf (PJ), convocó a Juan Barberena para formar parte de su gabinete como Ministro de Deportes.
A pesar del gran endeudamiento que sufría la Comuna, se comenzaron diferentes obras que se destacaron por su austeridad y claro desarrollo. Sin embargo, con la llegada del 2001, se hizo notoria la enorme necesidad de la sociedad debido al desempleo y la pobreza que sufría todo el pueblo argentino, crisis a la cual los azuleños no estuvieron ajenos. Por ello, desde la Comuna, se incrementaron los planes sociales de ayuda, uniendo esfuerzos para superar aquel mal momento.
Las medidas adoptadas fueron muchas, pero la crisis igualmente golpeó a la ciudad. Tras la renuncia del Presidente Fernando De la Rúa, los estallidos sociales en la Capital y el país, los piquetes, los sucesos de la Plaza de Mayo y la” Semana de los Cinco Presidentes”, muchos apostaron, con sus típicas mezquindades particulares, a la crisis política también en Azul. Sin embargo, Duclós supo hallar el camino.
Todo parecía estar controlado desde el Municipio a pesar de los avatares nacionales (pesificación, devaluación, etc.), pero durante el 2002 se produjeron similares inundaciones a las del año anterior, las que impulsaron al gobierno a comenzar obras que nunca se habían realizado desde 1980. El Ministro de Obras Públicas de la Provincia, Raúl Rivara, estuvo en Azul (22/08/02) y prometió aportes, a pesar de lo cual fue insultado en las puertas del Palacio Municipal por algunos ciudadanos molestos con la falta de soluciones inmediatas. Con la creación del Fondo Municipal de Obras Hídricas y partidas provinciales, se lograron obras con una notable mejoría del escurrimiento de las aguas del arroyo y aledaños.
Finalizando el año, comenzó la construcción de un Molino Harinero en la Ruta Nac. N°3 y, por otro lado, se avanzó en la desactivación del Basural a cielo abierto.
El 2003, además de ser un año político, evidenciado en los diferentes cruces de palabras entre los candidatos y el intento de agresión al Intendente (27/01/03), en una rara protesta por planes sociales, fue un año en el cual las obras esperadas comenzaron a aflorar. Tal es el caso de los numerosos trabajos realizados en el Hospital Pintos, donde aún la Asociación de Cirugía Cardiovascular proyecta y ejecuta una enorme ampliación. Se pavimentaron numerosas calles y se produjeron mejoras en el Camping, el Balneario, el Parque y diferentes plazas, con la perspectiva de un mayor desarrollo turístico.
Con un nuevo Presidente en la Nación electo (Néstor Kirchner), luego de internas locales del peronismo, pasando por arduos debates, denuncias y proyecciones, llegó el 14 de septiembre, fecha en la cual los azuleños debieron elegir un nuevo Intendente entre ocho candidatos, de los cuales se destacaban en las encuestas: Julio Varela (P.J.), Alejandro Irigoyen (Vecinos por Azul), y Omar Duclós por la reelección (U.C.R.).
La situación se presentó compleja, pero la recompensa para quien supo conducir a los azuleños fue un segundo mandato al frente del Ejecutivo municipal, pues muchas cosas estaban aún por hacerse. Omar Arnaldo Duclós obtuvo la reelección con 18998 sufragios y Alejandro Irigoyen se alzó con 6100 votos, consolidando a Vecinos por Azul como la segunda fuerza política. Mientras que Julio Varela, como representante del peronismo, el eterno "rival" de la U.C.R., tan sólo logró cosechar 5082 sufragios, constituyéndose en la mayor derrota sufrida en la historia de nuestra ciudad.
Duclós comenzó su segundo mandato el 10 de diciembre de 2003, dejando atrás el panorama sombrío que supo cernirse sobre la ciudad. Por esos años se perfiló, al igual que en el país, un horizonte de estabilidad y recuperación. Aunque las protestas sociales siguieron siendo generalizadas, principalmente en la Capital y el Conurbano, las instituciones iniciaron un franco proceso de reconstrucción, ganándose una vez más la confianza ciudadana.
Azul, Ciudad Cervantina de la Argentina
Durante el 2004, se desarrolló en el Teatro Español la exposición “De La Mancha… a la Pampa”, la cual mostró, por segunda vez después de más de sesenta años, la Colección Cervantina del Dr. Bartolomé J. Ronco, que por su viuda “Santa” Giménez fuera legada a la Biblioteca Popular de Azul. Y quiso el destino que, examinada por el Centro UNESCO Castilla-La Mancha, se reconociera a dicha colección privada como la más grande de América, lo cual devino en la distinción de Azul como “Ciudad Cervantina de la Argentina”, el 23 de abril de 2007.
Poco después, el 1 de diciembre, se habilitó como museo la “Casa Ronco”, que fuera propiedad de la destacada familia, donde se preservan y exhiben, diariamente, la famosa colección de Don Quijote y -otro gran tesoro- la colección de “Martín Fierro”.
Fue aquella distinción la que actuó como disparador e impulsó a la comunidad a buscar su desarrollo a través de la cultura y el turismo.
Así, se concretaron las primeras jornadas sobre Francisco Salamone y sus obras en la provincia. La revalorización de sus trabajos llevó a que se destaquen a través de iluminación especial la portada del Cementerio y la del Parque, como así también (durante el 2010) se reacondicionó el Cristo ubicado en la entrada de Azul (Ruta Nac. N° 3 y av. Piazza).
A lo largo de esta década, aunque de manera discontinua, se pusieron en marcha diversos circuitos turísticos, entre los que se destacó el “Paseo de la calle Bolívar”, donde las casas señoriales de comienzos del siglo XX, aún lucen arrogantes y maravillosas. También nacieron dos nuevos museos: el Ferroviario, ubicado en la antigua garita del guardabarreras (en av. Piazza y vías del Ferrocarril); y el Museo de Arte Sacro “Monseñor César A. Cáneva”, inaugurado en el coro y pre-coro de la Catedral, el 13 de diciembre de 2009.
Al pasar al plano político, se torna complejo analizar los sucesos acaecidos. La cercanía de los mismos con estos días en que redactamos “parte de la historia”, nos pueden turbar la objetividad, por lo que es preferible que cada argentino, y más precisamente cada azuleño, elabore sus propias conclusiones…
La administración del Presidente Néstor Kirchner llevó adelante cambios económicos, productivos y administrativos, que contribuyeron a un cambio radical de la situación del país.
El 28 de octubre de 2007 se celebraron nuevos comicios; Omar A. Duclós se presentó como candidato del Frente Coalición Cívica, buscando una segunda reelección. En "la otra vereda" se hallaban seis candidatos, entre ellos: Edgardo Capelli por el Frente para la Victoria y, por primera vez en la historia azuleña, una mujer, María del Carmen Ruiz.
A nivel nacional, triunfó Cristina Fernández de Kirchner (primera Presidente), y en la provincia, también por el Frente para la Victoria, lo hizo Daniel Scioli.
En Azul, Duclós obtuvo una nueva victoria con 15329 sufragios, frente a Edgardo Capelli, que se alzó con 12937 votos, y Agustín Carús que obtuvo 3750; todos los demás candidatos lograron menos de 2000 sufragios.
Y las idas y vueltas se hicieron moneda corriente. Y la Gripe A. Y las elecciones anticipadas. Y los candidatos testimoniales. Y las sensaciones que no pasan de simples sensaciones. Y la inseguridad que nos mata. Y las reservas del Central. Y la inflación. Y nuevas sensaciones…
Baldosas flojas…
El 7 de junio de 2009, el Día del Periodista, a los 82 años, partió de este mundo una de las mentes más brillantes del periodismo azuleño y bonaerense: Juan Miguel Oyhanarte.
Ingresó al diario “El Tiempo” cuando había cumplido 14 años de edad. Su misión era hacer mandados, cebarle mates y comprarle cigarrillos al entonces Director, el Dr. Carlos A. Ronchetti. Al cabo de un tiempo, por su espíritu inquieto y buceador de conocimientos se le asignaron tareas en la Redacción, en la Sección Deportes. Después pasó a la Redacción General para desempeñarse, por último, como Jefe de Redacción.
Siendo un gran lector, se dio cuenta que era necesario tener un excelente archivo. Y todos los días, como una hormiga, fue formándolo, constituyéndose actualmente en uno de los más importantes.
Cuando comenzó Radio Azul, en la década del 50, la parte periodística se le encomendó a “El Tiempo”. Y la empresa le dio la responsabilidad a Oyhanarte. Luego, en esa radio tuvo una audición deportiva junto a Luis María Yozzi.
En la función pública se desempeñó en el gobierno municipal del Dr. Ernesto María Malére, para cumplir con su amigo. Allí creó el Área de Prensa de la comuna.
En política desde siempre militó en el Partido Socialista, hasta llegar a ser candidato a Intendente Municipal y a Concejal. Fue mutualista y cooperativista. Por eso, tuvo una activa participación en la Sociedad Argentina de Socorros Mutuos. Fue un gardeliano de alma y fundador del Centro Carlos Gardel. Y por su iniciativa, el Diario realizó una campaña para que exista lo que hoy es el Museo de Arte López Claro. Trabajó en muchas otras cosas, la mayoría de las veces en forma silenciosa…
Recibió el premio al servicio distinguido otorgado por el Rotary Club de Azul y el de Ciudadano Ilustre de la ciudad, concedido por el Concejo Deliberante de Azul. Muchos otros reconocimientos, los rechazó por su particular forma de ser.
Fueron sus “Baldosas flojas” un espacio de opinión y crítica constructiva en “El Tiempo”, donde también la historia era rescatada del olvido, sin dejar nunca de oír a los vecinos y sus problemáticas. Baldosas que aún siguen flojas, esperando ingenuamente volverlo a ver transitar la ciudad
El Bicentenario en Azul
Pasadas las 11 de la noche del 24 de mayo de 2010, el pueblo azuleño se agolpó frente al Teatro Español en franca vigilia. Dentro de la sala se oyeron los últimos aplausos que cerraron la XI edición del encuentro internacional de teatro “Otoño Azul” y en la calle todos miraron sus relojes sabiendo que el Día de la Patria estaba llegando.
La Banda del Regimiento hizo sonar los primeros acordes del Himno Nacional y el corazón de cada ciudadano, sin dudas, se llenó de orgullo. Allí estábamos, honrando a nuestra Patria y a sus gestores, nuestro glorioso pasado. Luego, se oyeron doscientas campanadas que desde la Catedral celebraron el histórico momento y así comenzó una jornada que merecerá una página de oro en la historia.
Durante todo el 25 de mayo, Día del Bicentenario de la Patria, se realizaron diversos actos, espectáculos de danzas y exposiciones. Así también, se celebró el Te Deum, a cargo del quinto Obispo de la Diócesis, Hugo Manuel Salaberry, y se llevó a cabo un multitudinario desfile, desbordado de instituciones educativas, deportivas y culturales, el cual comenzó tras las sentidas palabras del Intendente Municipal, Dr. Omar Arnaldo Duclós.
Unos días después, la Biblioteca Popular de Azul “Bartolomé J. Ronco” celebró el centenario de su sede social propia inaugurando la exquisita remodelación que se llevó a cabo gracias al apoyo de sus socios y la comunidad.
Estimado lector…
La Historia se ocupará de juzgar a sus hacedores. Y usted y yo, probablemente, nos volveremos a encontrar…